La historia del libro es también la historia de sus pérdidas y destrucciones. Durante la dictadura cívico-militar que sufrió Argentina entre 1976 y 1983 se sucedieron en librerías, en editoriales y en casas particulares las quemas y destrucciones de libros que podían resultar “peligrosos”.
En las bibliotecas se censuró de diferentes maneras: quitando fichas de los catálogos o colocando el sello de “censurado”, dando de baja libros “por obsolescencia”, quemando, requisando, escondiendo. Es así como hay libros pero también hay huecos, faltas, vacíos, huellas de lo que no está.
En el marco del Mes de la Memoria en la UNLP y al cumplirse 40 años del último golpe cívico-militar, los invitamos a reflexionar sobre lo que nos falta, lo que callaron, lo que no nos dejaron decir pero también invitando a completar esas palabras entre muchos, con los grandes y sobre todo con los chicos. Porque conocer el pasado nos ayuda a interpelar el presente.
Organizan: Biblioteca Pública de la UNLP y Libros que muerden-La Grieta